Todas estas geniales formas de manejo del agua aseguraban las producciones de alimentos a una población en constante crecimiento, obras que no solo resolvían el abastecimiento o el objetivo por el cual fueron construidas, sino que además no desentonaban con su entorno y se evidenciaban el respeto por el uso de seres divinos: el suelo y el agua; conocimiento, sabiduría ancestral que además nos señala el camino que debemos seguir para los procesos de adecuación al cambio climático. Leer más.